QUIERO SER BIG MAMA (Y NO MORIR EN EL INTENTO)
POR: SUGAR MERCY GERTRUDE MA RAINEY Gertrude Malissa Nix Pridgett Rainey (1886 Columbus-Georgia, 1939 Rome-Georgia)
¡Yo atacada, esperando vuestras críticas! Y cómo os ha molado, pues voy a continuar con otra Diva poderosa: Gertrude MA RAINEY, más conocida como la madre del Blues (o sea, Big Mama, Big Mama). “Los blancos no entienden el Blues; no entienden cómo ha llegado. No entienden que es cómo la vida se comunica. No se canta para estar mejor; se canta porque es la forma de entender la vida. El Blues te ayuda a levantarte por las mañanas. Y así entiendes que no estás solo, que hay algo más en el mundo. Y que esa canción ha añadido algo. ¡Este sería un mundo vacío sin el Blues! Sí, yo intento coger ese vacío y llenarlo con algo. Yo no creé esta forma de cantar. El Blues siempre ha estado ahí. ¡Pero si quieren llamarme Madre del Blues me parece bien; no daño a nadie!” De la película Ma Rainey’s Black Bottom. Es la mayor verdad inventada que alguien puede poner en boca de una Big Mama. Black Bottom Blues (1927)
¡Qué tenga que venir Netflix a descubrírnosla de una manera tan banal! ¡Qué me perdone Viola Davis! Su actuación en el film es soberbia; pero la trama, recreada en un posible instante de la vida de Ma; en la que los protagonistas son sus músicos encerrados en un estudio de grabación y en el que su figura se desplaza a un segundo plano, no les hace justicia; ni a la actriz ni al personaje. En fin, para no entrar en carnaza maloliente, vamos a centrarnos en la artista y lo que aportó. Vamos a dignificarla. Porque todos sabemos que los Bluesmen y las Bluewomen no llevaban una existencia recta y piadosa -afortunadamente. Estaríamos hablando de otra cosa si no-. Y Ma vivía su vida con la libertad que le otorgaba su poderío, en todos los sentidos. Prosigamos. Ma era espectáculo en sí misma. Le gustaba engalanarse de vestidos largos y cubrirse de diamantes y oro hasta los dientes (nunca mejor dicho). Sin ser guapa, su carisma la hacía atractiva: plumas de avestruz, pelucas de crin, bailarines…todo brillaba a su alrededor. Y una voz sensual con composiciones propias -unos noventa temas- que hacía que se derritiesen los sentidos. En el escenario tenía un absoluto dominio de su público, que se extasiaba escuchándola (tomemos nota, compañeras aspirantes a Big Mama). Dice Thomas A. Dorsey en su libro The Rise of Gospel Blues: “A menudo abría su espectáculo de teatro cantando «Moonshine Blues» dentro del gabinete de una vitrola de gran tamaño, de la que salía para saludar a un público casi frenético” Moonshine blues (1923)
Una mujer excepcional de negocios, independiente, generosa con los que tenía a su alrededor y al contrario de lo que se muestra en la película, poseía un gran sentido del humor según dicen quienes la conocieron.
Todo esto hizo que se ganara la reputación en el mundo del espectáculo, controlado por hombres entonces.
Se casó a los dieciocho años con William Pa Rainey con el que formó una banda llamada Alabama Fun Makers y luego tocaron con otros, incluidos los Minstrels de Rabbit’s Foot., con los que giraban por toda la geografía estadounidense.
Fue la primera artista teatral en incorporar el Blues en sus repertorios. Su fuerza interpretativa y su voz lastimosa hacen que sea la inspiración para muchos artistas.
Sobre todo, para Bessie Smith; con la que tuvo una gran amistad y de la que fue su mentora. (Ya habrá artículo sobre ella).
Rainey grabó con Paramount, durante cinco años. ¡El éxito de sus discos y giras le permitió comprarse un autobús con su nombre en él!
El mensaje de sus canciones era muy accesible al público afroamericano. Estas hablaban de amor, desamor, del alcohol, de la magia y la superstición (en el contexto de esa religión sincrética que los negros poseían); de la vida cotidiana en el sur y también de la sexualidad de forma directa y sencilla.
¡Ojo! Que ahora lo del poliamor, las parejas abiertas y las distintas opciones sexuales de cada cual; a casi la mayoría, no nos escandaliza; pero imaginaos entonces, tratar esos temas: ¡Pura muestra de valentía! Y más por parte de una mujer negra.
Prove it on me (1928)
Estuvo girando exitosamente en teatros y carpas hasta que su fama decayó en 1930; ya que se consideraba que la temática de su Blues estaba pasada de moda. Finalmente se retiró del negocio de la música en 1935 y se estableció en Columbus, su ciudad de nacimiento; dónde hasta su muerte, en Rome (1939); gestionó tres teatros: el Lyberty, el Lyric Theatre y el Airdome. OTRA VERSIÓN DEL PROVE IT ON ME
Esta vez de la mano de Gaye Adegbalola:
Ma es pura fuerza y personalidad. Elevó a lo más alto el Blues; así que tendré que tener en cuenta algunos aspectos de su vida artística y de su forma de cantar; si quiero llegar a ser una Big Mama como mandan los cánones. Eso sí, sin oros - ¡Por que no los tengo, que si no! -; pero lentejuelas y salir arregladita a escena, sí, eso me gusta mucho, soy coquetuela.
Bueno, hasta el próximo.
¡Salud y Blues, amigos!
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